Rondaba el minuto 78 de partido, el Leioa juvenil no tenia mas jugadores para realizar cambios y optó por utilizar al portero suplente como killer.
Erik Pryce saltaba al campo con la ilusión de un chaval,volvía a la casa que había sido la suya durante años. Aunque saltó al campo nervioso, cumplió y ayudó al equipo para conseguir el empate. Suerte
Erik.
Ojito a esa perla del Leioa que suena para el Athletic para el año que viene!
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